Las familias que disfrutarán de unos merecidos días de descanso ultiman los preparativos de su viaje

Mañana a las diez en punto, 23 personas ponen rumbo a unas vacaciones soñadas que se hacen posible gracias a uno de los programas de la Fundación, cuyo coste asciende a unos 15.000 €. Para el Programa Vacaciones en Familia llega el momento más importante, cuando siete familias ubriqueñas ponen rumbo a Costa Ballena, para alojarse en un hotel de cuatro estrellas, a escasos minutos de la playa, donde pasarán una semana de ensueño en régimen de todo incluido.

En esta última semana, los afortunados han ultimado los preparativos de su viaje en la Fundación donde han recibido las indicaciones de última hora. Todos se han manifestado muy ilusionados por poder disfrutar de un viaje de estas características y algunos de ellos contaban que sus hijos han ido tachando los días del calendario en esta cuenta atrás.

Reconocen que es un viaje muy deseado, ya que en la mayoría de los casos nunca han estado en un hotel de estas características y ni siquiera habían soñado con poder ir en alguna ocasión. Disfrutar de unas vacaciones como estas no ha estado nunca en sus mentes, por eso estos días se convertirán en algo muy especial para ellos, que, según dicen, recordarán toda su vida.

Aseguran que cuando estén disfrutando de las instalaciones del hotel y de la playa, no van a poder evitar acordarse de las caras de algunos de los niños y padres que no fueron tan afortunados en el sorteo que se celebró en junio, y van a sentir verdadera lástima. Pero desean que puedan tener otra oportunidad si se continúa con este tipo de programas en la Fundación. En este sentido, una de las familias agraciadas en esta edición no tuvo tanta suerte en el sorteo del pasado año, y aun así la ilusión por volver a participar nunca la perdió y en esta edición la suerte ha llamado a su puerta.

Han sido siete familias las premiadas con unas vacaciones de ensueño, de las 25 unidades familiares que se inscribieron en el programa, no todas pasaron al sorteo, pero aquella que sí lo hicieron tenían unas características comunes: no haber estado nunca de vacaciones, no tener muchas posibilidades de ir en los años venideros, tener un familiar con alguna discapacidad o tener un familiar con alguna enfermedad crónica. Demasiados condicionantes para pensar en vacaciones. Sin embargo, la Fundación desea que todos tengan igualdad de oportunidad a la hora de disfrutar del descanso, puesto que ellos son los primeros que se lo merecen, así que enhorabuena y ¡Felices vacaciones!