La primera ponencia de su vida ha querido hacerla en su Fundación. No suele conceder entrevistas ni hablar en público, pero considera que los becados del Programa Talento Andaluz se lo merecían.
Sin embargo, no quiere finalizar su ponencia sin antes recordar lo importante que es escuchar, “porque el que menos te lo espera te enseña algo o te trae un negocio con buena perspectiva”, algo que le lleva a tejer el entramado empresarial que posee actualmente. Además, finaliza reconociendo que “No le tengo miedo a tomar decisiones ni a equivocarme”. López Fernández afirma que quizá por eso está siempre en el punto de mira de muchas críticas, porque solo se critica a aquellos que hacen algo de forma general o a aquellos que toman decisiones que les afectan a los demás, pero él es así.
Esta personalidad además lo ha llevado a crear su Fundación López Mariscal, gracias a la que puede devolver a la sociedad parte de la riqueza que esta le ha generado en su vida profesional. Y en su afán de escuchar a aquel que le presenta un problema, una necesidad o a aquel que le presenta una nueva oportunidad empresarial, escucha a más de 100 personas al mes en la sede de su Fundación, en Ubrique.
Para muchos puede aparentar una vida de derroches y para otros, el encontrar una mano amiga que te ayuda ante un problema vital. De ahí que a raíz de estas premisas, contara la anécdota que le ocurrió hace poco en el AVE de Madrid a Sevilla, cuando una persona quiso tomarse un café con él para interesarse por su vida y le preguntó si no le tenía miedo a arruinarse con tanto dar. A lo que José Luis respondió que si eso le ocurriera sabe que más de 10 personas estarían dispuestas a pagarle un café y más de 20 estarían dispuestas a darle un plato de lentejas. “Hasta que pueda, apoyaré las iniciativas de las personas que me necesitan y si me quedo algún día sin dinero, no me arrepentiré, porque cuando soy generoso me siento feliz y, hoy en día, eso me compensa a nivel personal”. Sé que, mostrando mi verdadera personalidad y mi filosofía de vida, me convierto en un referente cuyos pasos intento inculcar a que los continúe mi estirpe familiar.
El testimonio de José Luis López Fernández no fue el único que se pudo escuchar en este encuentro, ya que la empresaria Ana Belén Morillo, directora de la Pasarela Flamenca Jerez, explicó cómo poder reinventarse en épocas difíciles y críticas, en un sector de la moda que se ha visto muy perjudicado por la pandemia y sus consecuencias. Y aun así, este año, se ha convertido en una pasarela por la que han desfilado más de 14.000 personas. Eduardo Peña, directivo de González Byass quiso que el aforo entendiera la dificultad que tiene emprender con una bodega de más de 200 años de historia, donde el núcleo duro de la población que consume sus productos es muy reducido y donde se prima más la estética y vida saludable que el consumo de alcohol. Mediante la creación de un nuevo vino espumoso, se han convertido en una de las bodegas que más vino vendió en la pandemia y en un icono de la feria. Por su parte, Lucía del Castillo, CEO fundadora de la agencia L3G Marketing, hace hincapié en la importancia de la visibilidad de los negocios en el contexto digital y María Silveria, cofundadora de Ayuda T Pymes, aconseja que hay que reinventarse en momentos de crisis y aprovechar las etapas difíciles para sobrevivir y con ello innovar, como ya hicieron ellos hace 15 años con un negocio de asesoría fiscal, laboral contable online. Por supuesto, también se contó con el asesoramiento de EpicGroup Lab, empresa en la que la Fundación confía para la formación de 10 meses de cada uno de los becados del Programa Talento Andaluz.