EL HUMOR DE MI VIDA, obra con la que la actriz gaditana ha triunfado en muchos escenarios nacionales, llegó a Ubrique para ser representada en una carpa, donde el día anterior se celebró el Almuerzo Solidario, organizado por la Fundación López Mariscal. Estos dos eventos forman parte de la Programación Navideña que para estos días ha diseñado la institución.

La obra despertó una gran expectación, desde que se anunció en los medios de comunicación, ya que los ubriqueños le tienen un gran cariño a la actriz de Cádiz. No solo por ser oriunda de nuestra capital, sino porque con mucha asiduidad se le ha visto pasear por nuestras calles, con gran naturalidad y dejando que la gente del pueblo se pudiera acercar a ella, con familiaridad, a saludarla y conversar.

Esta es la segunda vez que la actriz representa su obra en la provincia de Cádiz, ya que antes solo lo había hecho una vez, durante el mes de julio, en Jerez de la Frontera. El libro, EL HUMOR DE MI VIDA, ha sido un súperventas, y en él se relata el camino recorrido hasta alcanzar una meta, la de la superación de una pérdida, la de su querido marido, Antonio Vidal.

En todo momento, supo conectar con el corazón de un público, al que se había ganado, incluso antes de salir al escenario, pues fueron muchas las peticiones a las que accedió el día anterior, durante el Almuerzo Solidario, cuando se acercaban a ella para una foto y, donde la actriz y humorista posaba con la mejor de sus sonrisas.

  Fueron más de dos horas de representación, y no faltaron en sus diálogos pinceladas dedicadas al pueblo de Ubrique, con las que mostraba la complicidad con el público. Tampoco quiso desaprovechar la oportunidad para dedicarle una palabras, de mucho afecto y cariño, al Presidente de la Fundación López Mariscal y a su familia, así como agradecerle todo lo que hace por el pueblo de Ubrique y su comarca.

Tras finalizar la obra, Mari Paz, como la llaman a ella su entorno más cercano, dedicó al público algunos tanguillos, fuera del repertorio teatral. Una vez saboreado el intenso aplauso, conversó con los asistentes que quisieron darle la enhorabuena y firmó, con una dedicatoria, muchos más ejemplares de los que ella pensaba. Sin duda, el pueblo de Ubrique también le demostró su cariño.