Es una de las obras de Juan Pazo Villalba que se pueden ver en la Fundación López Mariscal. La exposición, que se acaba de inaugurar a primeros de mayo, estará en la Sala de Exposiciones hasta finales del mismo mes. 

Este joven artista, de Ubrique, presenta un total de 7 cuadros en soporte madera, unas 6 láminas A3 enmarcadas y alrededor de 14 láminas sueltas en diferentes técnicas que van desde la acuarela hasta el acrílico. 

Con tan solo 15 años, esta es ya su segunda exposición, la primera la realizó el año pasado en la Galería de Arte Proyecto 5, de la empresaria y pintora Remedios Rubiales, quien además ha sido y es su maestra en esto de pintar y aprender del arte.

Remedios asegura que Juan es un alumno muy disciplinado y trabajador, al que no ha tenido que imponerle nada, porque para ella lo importante es que un artista experimente y descubra qué desea contar en su obra.  Afirma que Juan es ya un artista y como tal, desde que nace, trae su propia identidad y una necesidad. En la inauguración de la exposición Rubiales manifestó que Juan Pazo, en sus clases, ha abierto su interior y le ha permitido ver cuál era su necesidad, que ella solo ha tenido que encauzarla artísticamente. 

Para Juan este aprendizaje en la academia de Remedios es muy importante, ya que para poder pintar deben darse una serie de condiciones: tener la facilidad, aprender de algún maestro, experimentar con diferentes técnicas y sobre todo nutrirse de arte. Todo ello lo ha encontrado de la mano de esta artista ubriqueña a la que le encanta enseñar y sobre todo a Juan por ser un adolescente moldeable, responsable y de palabra. 

Y es que Juan Pazo ya empieza a hablar como todo un artista, que necesita empaparse de cultura para después comunicar aquello que le llega como inspiración y que condiciona su forma de pintar. En esta ocasión la inspiración le ha llegado de su padre, Francisco Pazo, a quien pretende homenajear con toda su obra.