En este último día de trayecto, tocaba madrugón, pero madrugón del bueno. A las 4:30, hora británica, estábamos ya listos para dirigirnos en bus hacia el aeropuerto de Stansted. Después de todo el barullo rutinario de estos lugares, llegamos a nuestra puerta de embarque y con poco más de 10 minutos de retraso nuestro vuelo hacia casa despegó.
Tras 3 horas de viaje, aterrizamos en suelo español, concretamente en Sevilla. Ya todos un poco más despiertos, nos subimos al último bus que tomaríamos en nuestra estancia fuera de casa. Fue momento para recordar muchos momentos vividos, experiencias graciosas y sobre todo todo aquello aprendido en nuestro viaje.
A la llegada a Ubrique nuestros padres nos esperaban con ganas de vernos después de tres semanas. Aquí llegan los momentos emotivos, los saludos y sobre todo los abrazos. De esta forma concluye una etapa inolvidable de nuestras vidas en la que tratamos de aprovechar cada segundo en tierras extranjeras. Por mi parte y la de todos mis compañeros toca agradecer a Esther, que nos ha cuidado en todo momento y a todos aquellos que han hecho posible esta experiencia
Emilio Gómez from Westgate-on-sea 21/07/2019