El 15 de febrero es una fecha señalada, no por la resaca de San Valentín, sino porque hace 84 años nació en Ubrique uno de los artistas más representativos de la “escuela” del pintor Pedro de Matheu. Antonio Agüera inauguró ayer, con motivo de su 84 años, la exposición que lleva por título El alma de un artista, en la galería Proyecto 5. Esta exposición muestra una pequeña parte de su obra, donde se puede apreciar la evolución del artista a lo largo de todos estos años. 

Al acto acudieron dos de los patronos de la fundación López Mariscal, María López y Carmen Mariscal, madre e hija, que nunca faltan a estas citas con el arte y la cultura, como mostrando su apoyo a los grandes artistas de Ubrique. La Fundación López Mariscal no solo reconoce el valor que tienen los pintores consagrados, ya que con su Programa Ubrique con Arte, también respalda la producción de artistas noveles. La sala de exposiciones de la fundación ha acogido la obra de muchos jóvenes, que, con tanta ilusión, comienzan a dar sus primeros pasos en este mundo donde se mezclan la creación y la imaginación con el talento.
Y potenciar ese talento es el motivo, también, por el que la fundación actúa como mecenas en la beca Antonio Rodríguez Agüera, organizada por la galería de arte Proyecto 5. Una beca con la que se ha premiado a dos jóvenes mujeres artistas que intentan hacerse un hueco en el mundo del arte, donde tan difícil es avanzar. Una de estas jóvenes es Helena Márquez, ganadora de la segunda edición de la beca Antonio Rodríguez Agüera, quien con su premio, elaboró una exposición relacionada con el mundo del adolescente, que llevaba por nombre “Cuando se deja de ser niña”. En este evento se le entregó la certificación de haber sido la ganadora de la beca, y además Helena, como agradecimiento, obsequió con de dos de sus cuadros a la Fundación y a la galería de arte Proyecto 5.
Helena, de tan solo 17 años, no fue la única artista que acompañó al gran maestro en la inauguración su exposición, sino que Agüera también se vio arropado por pintores de la talla de José Luis Mancilla, José Antonio Martel, Manuel Benítez, Paco Rojas y Bartolo Gómez, entre otros. Antonio Rodríguez Agüera aprovechó este momento tan emotivo para animar a todos los asistentes que sigan amando el arte, ya que esta habilidad está íntimamente conectada a los sentimientos más puros del hombre. Él, con esta exposición resumen de su obra, pretende mostrar el estado de síntesis y experimentación al que ha llegado tras una larga trayectoria como artista, e invita al espectador a contemplar una obra fruto de cómo la siente y cómo la vive el artista.