El amor en todas sus variedades ha sido el protagonista de nuestras recientes actividades en la Fundación. Chapas, cartas y dibujos para abordar un concepto universal con el que tanto disfrutamos.
Aunque, en muchas ocasiones, entre tantas cartas de amor, flores rojas y bombones olvidamos la esencia de esta efeméride en la que uno de los principales protagonistas es Cupido. Así que vayamos al meollo de San Valentín y celebremos el día de los Enamorados, porque DE AMOR fue la tarde de nuestro 14 de febrero.
Sin embargo, nuestro alumnado en la Fundación ha querido traspasar las fronteras de ese amor que nos enseñan en las películas, los libros o las canciones. La idealización de este sentimiento en dichos contextos muchas veces no tiene nada que ver con la realidad, por eso hemos querido trabajar el concepto desde la desmitificación de tópicos tan célebres como que “El amor es encontrar a tu media naranja”, cuando cada persona ya es una naranja completa y no hay nadie predestinado a estar con otra persona.
También hemos querido desmentir la frase de que “El amor es solo el amor romántico”, pues no hace falta tener una pareja para dar y recibir amor. Nuestros padres, amigos, familiares, hermanos… siempre están ahí enviándonos continuamente señales y pruebas amorosas.
Además, les hemos hecho la demostración de que creer en que “El amor lo puede todo” es un error. No siempre tenemos que estar de acuerdo con todo, tenemos derecho a enfadarnos con conductas contrarias a las que toleramos y a perdonar cuando lo estimamos conveniente.
Y todo esto es así porque el amor es un sentimiento que va de disfrutar y no aceptar el dicho de que “Quien bien te quiere, te hará sufrir”. Por lo tanto, desterremos todos esos tópicos de nuestras vidas en el Día de San Valentín y hagamos una alabanza a uno de los sentimientos más nombrados en la historia de la humanidad. Hagamos caso a Santa Teresa de Jesús, quien asegura que «Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, eso es amor».