La ilusión de los más pequeños en Navidad

Todo un clásico en estas fechas, el parque de atracciones de la Fundación López Mariscal.

Ya no hay que esperar hasta septiembre para que los más pequeños puedan disfrutar de sus atracciones preferidas, porque en Navidad también es posible.

La ilusión y la magia llegan a nuestra localidad durante estos días festivos en el tren fantasma, donde cada vagón va cargado de inquitas manos que hacen el esfuerzo de alcanzar la escoba que los azuza en cada curva.

Impacientes jóvenes y niños forman colas en las camas elásticas para realizar una acrobacia ante la atenta mirada de unos padres que ven el regocijo en las caras, de asombro y esfuerzo, de los benjamines de sus casas.

Niños en brazos de unos padres que ayudan a sus hijos para que puedan subir a un caballito, a un coche de policía, a un camión de bomberos, a un Fórmula 1… y a cada vuelta soñar con cabalgar en praderas, capturar a los malos gracias a la sirena, apagar fuegos o llegar a la meta el primero.

Y todo ello gracias a que antes han encontrado la salida en un laberinto de pelotas, toboganes, escaleras y otros obstáculos que han conseguido ejercitar el ingenio y la agilidad física de los más intrépidos.

Esto y más es lo que encontramos en un parque de atracciones que desde hace más de 10 años, un emergente Bob Esponja invita a disfrutar. Saltos, risas y diversión entre los más pequeños de la localidad, que como viene siendo tradicional se ha constituido en todo un clásico por Navidad.

La Fundación López Mariscal seguirá invitando a todos los niños que lo deseen a disfrutar gratuitamente de todas estas atracciones durante la Navidad, porque una infancia feliz y llena de ilusión hace que el punto de partida de nuestra existencia sea exitoso y nos ayude a continuar en nuestras vidas.