Empezamos un nuevo curso escolar lleno de energía y confianza en el trabajo que realizamos, porque nuestro objetivo es seguir afianzando uno de los pilares fundamentales de la Fundación López Mariscal: contribuir a una educación que propicie el crecimiento de jóvenes autónomos, competentes, creativos y solidarios.

Esa era la meta que nos trazamos el pasado curso y, esta semana, de nuevo, arrancamos motores para volver a alcanzarla, porque la educación que perseguimos es aquella que desarrolla en el alumnado una pasión por aprender. Por eso, un grupo de docentes nos ponemos al servicio de los chicos de primaria de nuestra localidad para ofrecer una ayuda educativa cargada de ilusión.

La demanda del programa Advance entre los ciudadanos de Ubrique avala este proyecto de la Fundación. Más de 50 personas han quedado en lista de espera, puesto que las plazas eran limitadas. Mientras que 105 jóvenes, con edades comprendidas entre los 5-6 años y los 11-12 años, reciben durante tres días a la semana atención personalizada respondiendo sus necesidades educativas y pedagógicas.

Este nuevo curso que inauguramos contamos con un nuevo docente, el Psicopedagogo Alejandro Angulo, quien cuenta con una gran experiencia en el terreno educativo. Comenzamos las clases el 17 de septiembre, con el inicio del curso académico, y tras caras de alegría y expectación, los cursos y sus clases se han desarrollado con absoluta normalidad, gracias al trabajo previo de organización de las maestras Rocío y María Alejandra. Total dedicación es lo que recibe nuestro alumnado, desde las 15:00 h. hasta las 19:30, sin duda un programa por el que la Fundación apuesta con fuerza porque la educación no es la preparación para la vida; sino que la educación es la vida en sí misma, así que desear a nuestros chicos que la disfruten.